LA SEÑORA “HACHE”
La señora “Hache” era una joven alemana, que vivía feliz con sus amigas trabajando en el pentagrama (pues en el sistema alemán, la “H” representa la nota “si”). Le gustaba mucho viajar, y decidió venir a España, ya que era uno de los pocos países en los que no había estado, y así lo hizo.
Al llegar a España toda su alegría e ilusión se convirtieron en tristeza, al darse cuenta de que aquí no se pronunciaba. Además, no tenía amigos que la apoyaran. Para poner fin a esta situación, la señora “Hache” decidió colgar carteles en busca de un amigo con el que pudiera sonar.
Un día, una llamada telefónica lo cambió todo: ¡era la señora C! Le dijo que esa misma tarde podrían quedar a tomar un café. Poco a poco se fueron conociendo y se dieron cuenta de que juntas podrían sonar creando un sonido nuevo, único, ¡inimitable!: la “CHE”.
Ese fue el comienzo de una bonita y larga amistad, con la que la señora “Hache” también se sentía importante.
Diana Szobo y Pilar Arnal
UNA CURIOSA HISTORIA DE AMOR
Un día, estaba sentada en el parque, cuando pasó un chico llamado Ce, y ocurrió una cosa: la Hache se enamoró de él.
Ce vio que le miraba mucho, y le dijo:
- ¿Nos conocemos?
- No.
- Es que..., me mirabas mucho.
Y Ce respondió:
- ¿Quieres que te invite a algo?
- Vale.
Fueron a un bar a tomar algo y se lo pasaron muy bien. Él la acompañó a casa y la señora Hache dijo:
-¿Puedes darme tu teléfono?
Ce contestó:
- Vale, pero prométeme que quedaremos otro día.
- Vale, ¡adiós!
-¡Hasta mañana!
Al día siguiente se fueron a un bar cercano para hablar un poco. De repente, la Hache se dio cuenta de que sonaba, así que le dijo la Ce:
- ¿Quieres casarte conmigo para que suenes todos los días?
- ¡Sí!
Entonces, al cabo de tres meses, se casaron y el no sonar ya no fue un problema.
AVENTURAS Y DESVENTURAS DE LA SEÑORA H
En el abecedario, el país de las letras, había una letra que no sonaba y todas las demás se reían de ella. Estaba muy triste porque siempre estaba sola.
Entonces, un día, como era muy lista, pensó: como hay palabras con muchos significados, me pondré al principio de algunas de ellas y así
seré importante, y
a que me tendrán que escribir para que signifique lo que ellas quieren. Así lo hizo, colocándose delante de palabras como: hasta, hola, hecho.....
Funcionó, y las letras ya no se reían de ella. Pero, la nueva generación de jóvenes, en protesta, decidieron no ponerla en los sms, los chats, etc. y ahora la señora h vive en una profunda depresión.
Myriam López y Ana Marco
LA TORMENTOSA HISTORÍA DE LA SEÑORA HACHE
Hace mucho tiempo nació, en el alfabeto latino, una pequeña letra llamada Hache. Al principio parecía como las demás letras, pero luego se dieron cuenta de que no sonaba y, por ser diferente, sus amigos no querían jugar con ella. Y así paso su infancia, triste y sola.
Cuando se hizo mayor y fue a buscar trabajo, nadie la quería para formar palabras ya que decían que no servia para nada.
Un día, las demás letras se dieron cuenta de que había palabras que se escribían igual pero tenían distinto significado. Al principio no sabían quá hacer, pero luego se acordaron de la Hache, así que la llamaron y la colocaron delante de estas palabras. Esto fue muy útil porque pudieron distinguir, por ejemplo, la ola del mar y la palabra “hola”, cuando se utiliza para saludar; o el “hecho”, del verbo “hacer”, y el “echo”, del verbo “echar”.
Un día, caminando hacia el trabajo, se encontró con la C y comenzaron a hablar. Poco a poco, se fueron haciendo grandes amigas, formando así un nuevo sonido: la “ch”, que esta presente en palabras tan utilizadas como coche o chapa.
Después de esto, la Hache vivió feliz y, aunque todos alguna vez nos la olvidamos, ya nunca se volvió a decir que la Hache no servia para nada.
2 comentarios:
Suli:
El de Diana y Pilar me a gustado mucho a ver si los de más estan igual de bien.
¿Te "HA" gustado? Cuidado que la señora Hache se va a enfadar si te olvidas de ella :P
La verdad es que habéis escrito relatos muy majos, hay algunos realmente originales. El tuyo estaba muy bien, ¿por qué no me lo mandas y lo cuelgo?
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