La Patagonia

Estábamos en clase de lengua, entró Silvia con una sonrisa en la cara y dijo:
-Venga, chicos, sentaos todos y atended, que es muy importante. He hablado con todos los profesores de 2º y hemos acordado adonde vamos a ir este año de fin de curso.
Martín dijo: ¿Dónde vamos, Silvia? ¿Vamos a Port Aventura o a Zaragoza?
-A ninguno de los dos, Jorge, este año iremos a América del Sur: Argentina, Chile, y también visitaremos la Patagonia, que es una región entre Argentina y Chile. Mirad estos papeles: estaremos 5 días, 2 en Argentina, 2 en Chile y 1 en La Patagonia... Vale, vale callaos, saldremos la semana que viene a las 3 de la mañana para Zaragoza y tomaremos el avión hasta Argentina. DINGGGGGG. Bueno chicos dádselo a vuestros padres, ¿eh?

Ya estábamos preparados para salir a Zaragoza. Cuando llegamos nos aburrimos porque llegamos un poco pronto y tuvimos que esperar. Montamos en el avión y todos los chicos estaban alucinados (incluido yo) porque nunca habíamos montado en un avión. Nos dormimos pronto porque los asientos eran bastante cómodos.

Al llegar a Argentina, a las 10 de la mañana, fuimos al hotel, dejamos las maletas (las “desmontamos”, como decía Báguena). Cada habitación era para tres personas. A mí me toco con Báguena y con Denis.

El primer día, a las 12, nos fuimos a comer al buffet libre del hotel: ¡había de todo lo que podías imaginar! ¡y era enorme el comedor! Después de ponernos las botas, nos fuimos a las habitaciones para reposar la comida. Acabamos a las 2 y media y Denis nos dijo que había cogido un poco de mate para después, nos lo enseño y Báguena le dijo:
-No te irás a beber eso, ¡melón! que la botella casi es más grande que tú, y eso es muy fuerte. Pero Denis no le hacía caso y se echó un trago pequeño para degustarlo, pero no le gustó y le dijo a Báguena:-¿Lo quieres tú o lo tiro?. Y Báguena le respondió:-Mejor tíralo, anda, y no bebas más de eso que te pondrás malo.

En ese momento entró Enrique y le dijo a Denis que qué hacía con eso en la mano, dijo:
-Anda, maño, dámelo a mí, que tú no soportas esto.
Enrique le echo un trago y se lleví la botella a su habitación (que era la de al lado y estaban Enrique Adrián y Guadalupe). Se oyó cerrar la puerta y nos quedamos en silencio cada uno tirado en su cama hasta que Báguena dijo:-¿Qué vamos a hacer hoy, eh, Denis?
Denis se quedó unos segundos pensativo y estiró el brazo hasta su mesilla de noche y cogió el panfleto, le dio la vuelta y dijo:- Hoy tenemos una excursión de 4 a 9 para ver “Puntos de interés”. Preparémonos pues.- Cada uno se cogió dos bocatas y montamos. Al llegar cenamos poco porque el viaje se nos hizo muy corto y nos fuimos a dormir pronto.

Al día siguiente nos montamos en un autobús que nos llevo a La Patagonia, que tardó bastante. Llegamos a La Patagonia y directamente fuimos a un puerto que nos llevó a la isla grande de tierra del fuego ¡era preciosa! Llegamos a las 4 de la tarde (el viaje duró 2 horas), la recorrimos en unos carros de golf que conducíamos uno por grupo. Yo conducía el nuestro, ¡era alucinante! Y el guía nos explicó todo muy bien y nos fuimos de allí a las 7 de la tarde (porque luego nos invitaron a un “almuerzo”, según Denis). Llegamos a Chile a las 9, y a las 9 y media estábamos en el hotel. Cenamos y nos fuimos a la cama.

Al día siguiente tocaba ir por la mañana a la playa, porque el hotel estaba a 100 metros de ella. Nos lo pasamos genial, y pasaron muchas cosas: a Adrián, Enrique y Guadalupe casi les pican unas medusas, Denis intentando ligar con las chicas y Martín poniéndose las gafas de bucear para, según él, ver la belleza del mar. Pero yo, y todos, pensábamos que la única belleza que quería mirar era las piernas, y lo que no son las piernas de las chicas. Todos nos lo pasamos muy bien. Por la tarde a las 4 o por ahí, nos fuimos a pasear porque resulta que ese día -16 de julio- era la Virgen de Carmen de Chile y, casualmente, también era san Martín, así que en la cena -no buffet- le dedicamos un brindis a nuestro compañero. Nos fuimos a la cama a las 2 o por ahí y, al día siguiente, a las 12, fuimos al aeropuerto y partimos hacia Zaragoza, cada uno con una historia que contar.

Álvaro Vicente, 2º A